Conservo el aliento que reservé en mis adosados para tiempos ZENiles
en una orgía deliciosa de diálogos inusitados con el espacio interior.
Vuelvo al tríptico renacimiento
reencarnado en liquen vegetal.
Se detiene la ruleta.
REGRESIÓN al tiempo de Dios...
el puente que comunica al mundo.
Si la paciencia decae
sucumben las emociones..
El oficio del poeta -pienso- dentro de mi poca lactancia de adulto:
no es solo embellecer la palabra
es retocarla para que vincule.
Sobrevuelo hojas de hierva
Me desprendo del traje de astro.
Ambivalencia sensorial
vade retro .
1 comentarios:
Feliz de encontrar un tercer movimiento. Dista de los anteriores, debo suponer así que su autor dista de los X anteriores. Cuando el poeta se queda quieto, empieza a viajar hacia adentro, porque, a propósito de lo zenil, en él la quietud es también movimiento.
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